Leyenda de terror: RUIDOS EN EL TECHO

En el pueblo donde crecí se decía de una leyenda muy antigua que nuestros abuelos nos contaban, está leyenda decía que en las madrugadas si escuchabas algún ruido en el techo de tu casa no salieras a revisar que era el causante de estos ruidos, ya que podías encontrarte con algo tan simple como un gato, pero también alguna bruja y en algunos casos más extremos alguna manifestación sobre natural que podía impactarte grandemente.

Muchas personas contaban historias sobre este tema, decían de algunos conocidos que de madrugada llegaron a subir a revisar los ruidos extraños manifestados en sus techos y se llevaron grandes sustos al ver cosas sumamente extrañas.

Recuerdo que cuando tenía diez años de edad empezaron a suscitarse ruidos sumamente extraños en el techo de nuestra casa, mis padres trabajan de noche y no regresaban al pueblo hasta en las mañanas así es que nos quedábamos a cargo de unos primos en esa época adolecentes.

Fue una noche de lunes cuando todo empezó, en esa primera noche recuerdo que algo se empezó a escucharse en la azotea, era como si una persona arrastrará a otra de un lado para otro en nuestro techo, al siguiente día un enorme animal cayo y sus alas y garras se podían sentir rasguñando la azotea, en esa ocasión ya no nos pareció normal y decidimos de ahí en adelante dormir todos juntos y darnos valor unos a otros, a la siguiente noche un estruendo nos despertó como a las dos de la mañana fue como si algo hubiera caído sobre el techo de una gran altura, nos quedamos serios pero era como si alguien o algo quisiera que saliéramos y echamos un vistazo al techo de la casa, pero las historias de nuestros abuelos siempre se hacían presentes sobre que no miramos cuando ruidos en la madrugada se manifestarán en las azoteas.

A la siguiente noche todos ya estábamos muy nerviosos prácticamente nadie quería ir ni al baño solo, todo estuvo bien hasta que fuimos vencidos uno por uno por el sueño pero como a las tres de la madrugada algo nos despertó, comenzamos a escuchas muchas pisadas en aquella azotea era como si una fiesta se estuviera llevando a cabo en aquel lugar, comenzamos a escuchar música y era como si bailarán en nuestro techo, estábamos atónitos con lo que estábamos escuchando y de pronto risas y platicas se podían distinguir en aquel techo, llamamos a nuestros padres los cuales ya preocupados por la situación que estábamos viviendo salieron del trabajo para dirigirse a la casa.

Ya al siguiente día subimos al techo a revisar y aquel lugar estaba intacto pero aun así nuestros padres nos creyeron y decidieron cambiar de turno para hacernos compañía en las noches y no solo eso sí no que trajeron a alguien que orara por la casa y fue así como ya no volvimos a escuchar nunca ruidos en aquel techo, aún que no puedo negar que hoy muchos años después y ya no en mi pueblo si no en la ciudad donde vivo cada vez que escucho algún ruido por muy insignificante que sea en el techo de mi casa no puedo evitar recordar no solo las historias de mis abuelos si no aquella vivencia tan extraordinaria que viví a los diez años.

¿Tu en alguna occasion has escuchado ruidos extraños en tu techo?