DestacadasInternacional

Macroplaga de #chinches invade #París a solo diez meses de las Olimpiadas

Macroplaga de #chinches invade #París a solo diez meses de las Olimpiadas
Butacas de cine y asientos del metro y el tren. La última plaga de chinches de cama que sufre París se ha extendido más allá de los colchones donde se suele instalar. Desbordado por la situación, el Ayuntamiento capitalino ha pedido ayuda al Estado francés.
Estos minúsculos parásitos del tamaño de una pepita de manzana han generado una auténtica «psicosis» entre los habitantes de la principal ciudad francesa, tal y como refleja la revista Libération en su portada del lunes.
Aunque todavía no hay datos actualizados sobre el alcance de esta plaga, los relatos de vecinos, de las empresas de desinfección y de los usuarios de cines y del transporte público han puesto en alerta a las autoridades.
La ciudad de París, una de las más densamente pobladas de Europa, está especialmente preocupada por el alcance de los chinches, a menos de un año de que reciba los Juegos Olímpicos y Paralímpicos en el verano de 2024.
«Los chinches de cama son un problema de salud pública y tienen que ser declarados como tal. Es necesario que el Estado reúna de manera urgente a los actores implicados para poner en marcha un plan de acción a la altura de ese azote», dijo a Efe el vicealcalde de París, Emmanuel Grégoire.
«Estamos preocupados porque es una especie invasiva. Si no abordamos el problema desde la raíz, podemos resultar desbordados», advirtió el número dos de Hidalgo, quien propuso que en los seguros de las viviendas ―obligatorios en Francia― se incluya también una claúsula sobre el riesgo de chinches.
Mientras que el Ayuntamiento de París espera una respuesta de parte del Gobierno francés ―de signo liberal y con el que tiene relaciones tirantes―, el ministro de Transportes, Clément Beaune, anunció que reunirá la próxima semana a los operadores de trenes y metros parisinos (en la línea 8 se constataron la presencia de chinches). «Tenemos que actuar en favor de un mejor servicio para los usuarios, para proteger y tranquilizar», indicó en las redes Beaune.
Las chinches son un riesgo de viaje muy desafortunado, pero no tan infrecuente. Desde finales de la década de los 90, el parásito Cimex lectularius o chinche de la cama ha vuelto a las andadas. Está en todas partes: no solo en albergues sucios, sino también en sofisticadas suites de hotel, en utensilios usados que compramos en ebay y en esa maleta que está junto a la nuestra en la bodega del avión. De ahí, llegan a la casa.
Heather Lynch, profesora de Asuntos Sociales en la Glasgow Caledonian University, afirma que hay diversas razones que explican el aumento de estos parásitos: los viajes son más asequibles, la gente se hospeda en hoteles y las chinches se extienden por todas partes. Además, algunas especies se han vuelto inmunes a los productos químicos usados para combatirlas.
¿Cómo saber si hay chinches de las camas en casa?
Las picaduras y sus rastros, las ronchas, son ya una pista, pero también si encuentra gotas de sangre y pequeñas manchas negras en las sábanas. Hay que controlar el colchón y, sobre todo, bajo el colchón, donde residen pequeñas chinches ovaladas de color marrón de alrededor de 4,5 milímetros.
Difícil acabar con ellas
Ahora le toca el turno a los fumigadores. No todos trabajan con productos químicos. Claudia Kasig, por ejemplo, lo hace con sus dos perros Jamiro y Ramírez, que huelen si los bichos siguen vivos después de «haber calentado la casa del cliente entre los 60 y 70 grados. La temperatura de la cama asciende a 48 grados y mueren».
Kasig es la jefa de JamiroTec, una empresa de fumigación, en Bremen. También usa veneno en algunas partes de la casa para garantizar que no quede ninguna viva. Al final, Jamiro y el aprendiz Ramírez, se encargan de olfatear y detectarlas. Así y todo, Kasig reconoce que «son muy difíciles de combatir, porque se esconden en todas partes y pueden sobrevivir un año sin comer».

Publicaciones relacionadas

Botón volver arriba